Querido 2020

Querido 2020, quién iba a pensar en noviembre del año pasado que un año más tarde íbamos a estar así, cambiando nuestra forma de vida, adaptándonos a una nueva realidad totalmente desconocida por nosotros. En un mundo en el que los abrazos, los besos, todo lo que anteriormente formaba parte de nuestra vida se han desvanecido.

Seguramente. este 31 de diciembre en el momento de la última campanada tendremos todos el mismo deseo, que esto acabe pronto, que el sufrimiento de aquellos que lo están pasando mal se mitigue, que desparezca.

Este año pediremos más que nunca por la salud, por la economía, en general por todo y por todos.

Este 2020 nos ha enseñado a valorar lo que antes teníamos y que éramos conscientes de lo afortunados que éramos por ello. Nos hemos dado cuenta de las personas que se han preocupado por nosotros, las que nos han sacado una sonrisa en estos tiempos tan difíciles, las que han permanecido a pesar de todo, las que no se han ido. Doy las gracias por tener a personas así en mi vida. Por esas personas que han llegado para quedarse. Por todo ello doy las gracias de que estén bien.

Este año hemos llorado, reído, sentido. Probablemente hayamos hecho todo eso a la vez.

2020 nos ha acercado de otra manera, nos ha enseñado a querer, a valorar, a recapacitar. Nos ha ayudado a tener esperanza, a ilusionarnos, a tener paciencia, a centrarnos un poco más en nosotros.

Hemos podido arrancar proyectos y a poner en marcha metas que antes nos nos permitía el tiempo realizar. El tiempo, antes olvidado, se ha vuelto algo primordial en nosotros convirtiéndose en la base de nuestra vida, de cada cosa que hacemos, cada paso que damos.

Si tuviera que describirnos a las personas en este año sería como personas valientes, valientes que luchan para salir de esto, que rompen las barreras, los muros que no dejan seguir.

Disfrutemos de la vida, caminemos con pasos decididos, miremos al frente con la mirada firme, decidida.